Contra la invasión a Gaza
¡NI UN MUERTO MÁS EN MEDIO ORIENTE!
Participamos de este blog en favor de la vida.
Resistimos con lo que tenemos más a mano: Las palabras.
No nos engañemos, el temporal cese al fuego no es el final del genocidio… Los genocidios no terminan nunca, ni en el suicidio de Hitler, ni en los juicios de Nüremberg, ni con la fecha paradójica de la muerte de Pinochet, ni con el Premio Nobel a Carter, ni con la cárcel a Milosevik, ni con la muerte de Stalin, ni con la ejecución de Mussolini. Ni con el retiro de Bignone, ni con la caída de Stroesner… No. Los genocidios no terminan. NUNCA. Por eso son heridas a la humanidad, quedan ahí, como una cicatriz abierta ad aeternum. Pero no basta con saber que dolerá siempre. RESULTA IMPERIOSO mover la rueda de la historia en el sentido de la JUSTICIA. El cese al fuego ES UNA COYUNTURA, hoy no caerán bombas, tal vez, pero ¿cuántos morirán sin medicamentos? ¿cuántos sin agua? ¿Cuántos si alimentos? ¿cuántos dormirán entre escombros? ¿cuántos estarán muertos e insepultos? ¿Cuánto tiempo dista entre esta tregua y la próxima bomba? ¿hasta cuándo los pibes palestinos seguirán enteros y con familia? ¿hasta cuándo sus juguetes no descansarán, aturdidos, bajo una pila de escombros y arena ensangentada? Quién sabe. “Hasta el final” dijo un funcionario del gobierno sionista… y todavía quedan algunos palestinos vivos… NO ES MOMENTO DE BAJAR LA GUARDIA. ¡AHORA! Como Berenguer en el último cuadro de Rinocerontes, de Ionesco: “De pie, contra el mundo entero si es necesario… Somos los últimos humanos ¡No capitulamos!”
No podemos callar, ni mirar para otro lado, ni fingir que no sabemos, ni argüir que el tema es muy complejo y escapa a nuestro entendimiento.
NO PODEMOS.
La vida es la vida, a donde quiera que sea.
Tenemos la palabra, es un esfuerzo estéril, tal vez, pero es la palabra: la que solíamos empeñar en cada trato, la que solemos comprometer en cada"Amo", la que buscamos hacia el fondo de los poemas...
No sabemos curar, no tenemos fondos para comprarles remedios, no tenemos fama (ni poder) para aparecer en los medios condenando. No, pero tenemos la palabra ¡Que crezca como una bandera! ¡Que llegue hasta los estratos del poder! ¡Que los deje sordos el reclamo! ¡Basta de crímenes en Gaza! ¡Basta de crímenes en Medio Oriente! ¡Basta!
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